jueves, 10 de enero de 2013

El “hecho en China” trae nueva tecnología al metro de Buenos Aires

Recientemente el presidente de Subterráneos de Buenos Aires, Juan Pablo Piccard, anunció que los vagones históricos de casi cien años de antigüedad de la línea A del metro de Buenos Aires serían reemplazados con nuevos coches de la más moderna tecnología del “hecho en China”. El 12 de enero la línea A será suspendida por trabajos de refacción y se estima que reinicie su funcionamiento el 8 de marzo cuando se concluya la instalación de 45 coches nuevos equipados con aire acondicionado y producidos en China. Muchos residentes de la ciudad aprovecharon el fin de semana para acercarse con sus familias y darle la despedida a los trenes históricos de la línea A. Asimismo expresaron sus expectativas por los nuevos vagones chinos. El funcionamiento del metro de Buenos Aires ha sido siempre un asunto polémico en la ciudad. Debido a que la falta de inversión ha provocado ineficiencias operativas, luego de casi un año de duras negociaciones, el 1 de enero el gobierno de la ciudad logró conseguir los derechos de operación del metro, anteriormente en manos del gobierno nacional. Este traspaso de manos puso el problema de la mejora de los trenes subterráneos nuevamente en la agenda y los coches chinos han traído una nueva esperanza para su resolución. En el 2008, la compañía china CTIC Construction firmó un acuerdo marco de abastecimiento de vagones para el metro de Buenos Aires con la Secretaría de Transporte de la Nación Argentina. Dicho acuerdo estipulaba su concreción en distintos lotes y que el diseño y construcción de los coches estaría a cargo de la compañía China CNR. El primer lote de trenes será destinado al funcionamiento de la línea A, mientras que los restantes serán utilizados en las líneas B, D y E. Desde que los vagones llegaron a la capital argentina en el 2012, expertos chinos y argentinos han estado llevando a cabo pruebas de recuperación y adaptación, incluido el refinamiento estático y dinámico. A pesar de la antigüedad del metro de la ciudad y del envejecimiento de las ferrovías, especialmente su radio de curvatura de tan sólo 25 metros (el menor en funcionamiento en el mundo), los coches chinos funcionan sin problemas y su rendimiento y calidad han sido comprobados ampliamente. Esto demuestra que la competitividad del “hecho en China” ha pasado de productos baratos y de baja calidad, a ser sinónimo de buena calidad y gran rendimiento. (elpuebloenlinea)

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