miércoles, 23 de noviembre de 2011

Traspaso de los subtes, sin acuerdo

El traspaso del subte a la Ciudad, que el gobierno nacional quería concretar la semana próxima, entró ayer en momentos de indefinición, luego de que no hubiera acuerdo entre las partes en la nueva reunión que mantuvieron el secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, y una comitiva de funcionarios de Mauricio Macri. En ese encuentro, ayer el gobierno porteño presentó su contrapropuesta para la transferencia, en respuesta al plan de la Casa Rosada de derivar el servicio de los subtes y el Premetro a manos locales a partir del 1° de diciembre y costear durante un año la mitad de los subsidios por $ 740 millones anuales que recibe la concesionaria Metrovías de manos del Ministerio de Planificación Federal. Los ministros de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal; de Hacienda, Néstor Grindetti, y de Desarrollo Urbano, Daniel Chian, junto con el presidente de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), Juan Pablo Piccardo, rechazaron ese esquema y solicitaron, sin una fecha prefijada para el traspaso, que el gobierno nacional financie el 50% de los subsidios hasta 2017 -cinco años más de lo ofrecido por la Nación- y que el aporte, que la Ciudad realizaría en igual medida, no sea pagado a la empresa, sino a "los usuarios que más lo necesiten". Así, avanzó con la intención esbozada la semana pasada de establecer una tarifa diferenciada, según la situación económica de cada pasajero, aunque no hubo pistas sobre cómo se instrumentaría. El beneficio llegaría para compensar el aumento del precio del pasaje, hoy de $ 1,10, que probablemente impulse la concesionaria por la quita de los subsidios. Macri también reclamó que, para cumplir con las inversiones acordadas y no realizadas (por ejemplo, la compra de coches que el Estado nacional debió encarar en 2010 para la línea B y que finalmente efectuó Sbase), "necesarias para mejorar el servicio", el gobierno nacional se comprometa a asumir la mitad de los US$ 1000 millones estimados en este rubro "a través de créditos de organismos multilaterales", a los que debe prestar aval la Casa Rosada. Algunos años atrás, Macri solicitó a la Nación los avales pertinentes para contraer un empréstito por US$ 500 millones para ampliar la red de subtes, que demoró más de lo usual. Finalmente, cuando el gobierno porteño consiguió un préstamo por 300 millones, admitió que no tenía capacidad operativa para gastarlo y requirió a la Legislatura derivar parte de los fondos a obras viales, lo que le fue concedido. Otro punto destacado de la contrapropuesta que el macrismo llevó ayer a Schiavi, que recibió a los funcionarios locales en el quinto piso del Ministerio de Economía, es la condición de que la Nación faculte a la Ciudad a "renegociar con el concesionario los términos y condiciones en que continuará ejecutando el contrato" y que, sólo luego, ocurra la transferencia. El cumplimiento de estas exigencias, obviamente, demorarían el trámite hasta mucho después del 1° de diciembre, fecha que había estimado el gobierno nacional. Por eso, al término del encuentro, Schiavi calificó de "un paso atrás" la propuesta del macrismo y no descartó acudir a la Justicia para obligar a la Ciudad a acelerar el traspaso. "Macri plantea hace años que el gobierno nacional no cumple con la autonomía porteña. Este traspaso marca la voluntad de respetarla. Pero ahora dilatan la responsabilidad de hacerse cargo. No descartamos ejecutar alguna acción judicial para que asuman su responsabilidad", desafió ayer el secretario de Transporte, que supo desfilar por las huestes macristas. Fue en 2003, cuando Schiavi fue jefe de la campaña del líder de Pro por la jefatura de gobierno, para luego emigrar hacia el telermanismo (fue ministro de Obras Públicas de Jorge Telerman) y, después, al kirchnerismo. Ante la consulta de LA NACION respecto de cuánto tiempo esperaría la Nación para iniciar los planteos judiciales, voceros de Schiavi minimizaron la amenaza. "Dijo que no descartaba una acción judicial, no afirmó que la impulsaría", explicaron. En efecto, el funcionario destacó que "el diálogo no está cerrado", pese a las diferencias. La ministra María Eugenia Vidal, que ofició como vocera del gobierno porteño, desestimó las críticas. "No es cierto que no nos queramos hacer cargo. Por supuesto que queremos, y por eso pedimos que se nos permita renegociar el contrato antes de la transferencia. Pero creemos que la Ciudad y la Nación deben hacer, tanto en materia de subsidios como en inversiones, un esfuerzo compartido", describió. Este último concepto lo reiteró en varias oportunidades. Sobre la posibilidad de que el gobierno porteño sea demandado, dijo: "Estimo que eso no será necesario, que podamos ir saldando las diferencias y alcanzar un acuerdo en las próximas semanas. La etapa de diálogo continúa". CONTRATOS BAJO LA LUPA. Según pudo saber LA NACION, la negociación por el traspaso del servicio de transporte no se trabó por establecer quiénes pagarán por el déficit de los subterráneos porteños. Abogados que trabajan para el gobierno porteño tienen bajo la lupa los contratos entre Metrovías y la Nación. La concesión de los subtes se negoció en los 90, hasta 2017. Como todas las empresas de servicios públicos, Metrovías vio arrasado su contrato con la crisis de 2001/2002. Todos los marcos regulatorios pasaron al ámbito de la Unidad de Renegociación de Servicios Públicos (Uniren), que coordinan Planificación y Economía, para ser readecuados, pero el gobierno nacional jamás avanzó en ese sentido y ahora resulta imposible establecer cuáles son los derechos y cuáles las obligaciones que deben cumplir las partes. De ahí la contrapropuesta presentada ayer por la Ciudad. Una solución sería que la Nación mantenga hasta 2017 el esquema actual, pago de subsidios incluido. O bien, como se solicitó, que la Ciudad intervenga en la renegociación de los contratos antes de la transferencia, para no heredar un contrato con condiciones que jamás consintió. Otro punto que atemoriza a los funcionarios locales reside en la cuestión gremial. Prefieren que el pase de jurisdicción ocurra después de las paritarias; al fin y al cabo -dicen- Néstor Segovia, delegado de los empleados de subterráneos, tiene buena relación con la Casa Rosada.
DIXIT. "Macri plantea hace años que el gobierno nacional no cumple con la autonomía porteña. Este traspaso marca la voluntad de respetarla. Ahora lo dilatan"
JUAN PABLO SCHIAVI. Secretario de Transporte (La Nacion)

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