Leonardo López, de 26 años, sufrió la amputación de una pierna por el siniestro de Puente Pacífico. Había sido operado tres veces del corazón y se quedó sin trabajo en Navidad. Su padre, Orlando, contó su historia en Radio 10
Crédito foto: Nicolás Stulberg
El joven que se llevó la peor parte tras el accidente ocurrido en el ferrocarril San Martín, sobre el Puente Pacífico, trae aparejada una dramática historia de vida, que fue narrada por su padre durante un contacto telefónico con Radio 10.
Se trata de Leonardo López, de 26 años, a quien los médicos tuvieron que amputarle una pierna por considerar que existía riesgo de infección.
"No hablamos sobre el accidente ni cómo ocurrió, pero él la luchó toda la vida y ahora más", contó Orlando, padre de Leonardo. "Lo operaron tres veces del corazón, también teníamos temor por eso. Tiene hechos nueve cateterismos", agregó el hombre.
Orlando explicó que su hijo "nació con problemas en el corazón" y eso le trajo problemas de salud permanentes. Además, Leonardo quedó desocupado recientemente, nada menos que el 24 de diciembre.
"Ese día lo dejaron sin trabajo por este tema de los problemas cardíacos. Durante los ocho meses que les sirvió para trajabajar, la empresa no dijo nada y después lo echaron", se lamentó el padre del joven.
"Familiarmente estamos unidos, gracias a Dios; también tengo grandes amigos", se despidió el hombre entre lágrimas. (Infobae)
Se trata de Leonardo López, de 26 años, a quien los médicos tuvieron que amputarle una pierna por considerar que existía riesgo de infección.
"No hablamos sobre el accidente ni cómo ocurrió, pero él la luchó toda la vida y ahora más", contó Orlando, padre de Leonardo. "Lo operaron tres veces del corazón, también teníamos temor por eso. Tiene hechos nueve cateterismos", agregó el hombre.
Orlando explicó que su hijo "nació con problemas en el corazón" y eso le trajo problemas de salud permanentes. Además, Leonardo quedó desocupado recientemente, nada menos que el 24 de diciembre.
"Ese día lo dejaron sin trabajo por este tema de los problemas cardíacos. Durante los ocho meses que les sirvió para trajabajar, la empresa no dijo nada y después lo echaron", se lamentó el padre del joven.
"Familiarmente estamos unidos, gracias a Dios; también tengo grandes amigos", se despidió el hombre entre lágrimas. (Infobae)
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