jueves, 20 de octubre de 2011

La destruccion del patrimonio ferroviario

El desapego por el pasado, la indolencia por conservar parte de nuestra historia pareciera estar en la idiosincrasia de los tucumanos. La destrucción del patrimonio no cesa. Tras el levantamiento del ferrocarril, su infraestructura y su legado edilicio comenzaron a ser saqueados minuciosamente. Ello viene ocurriendo desde hace años sin que ninguna autoridad provincial o nacional haya emprendido acciones concretas. En nuestra edición de ayer, dimos cuenta de la destrucción de la estación ferroviaria de Villa Muñecas, como viene sucediendo con la Estación Mate de Luna, los talleres de Tafí Viejo, con el predio Ferial Norte (en El Bajo) y con El Provincial, en la avenida Roca al 600. Ubicada en Viamonte y Francisco de Aguirre, fue una terminal intermedia muy importante. Llegó a contar con 10 vías para el cambio de formaciones. Tenía el brete, lugar para alimentar a los animales que llegaban en los vagones y que debían seguir viaje al norte, o bien, pasar a los camiones para continuar camino hacia las bocas de consumo. Actualmente, hay un asentamiento de casas precarias. Una vecina contó que "vendían los ladrillos, los durmientes... todo", comenta. "En menos de dos años sólo quedaron un montículo de tierra y escombros", acotó. "Los buenos tiempos viven en la memoria" se titulaba la crónica del 17 de junio de 1991. Y el sumario agregaba: "Las ansias de progreso entraron en vía muerta después del cierre de los ramales ferroviarios. La falta de cloacas, la baja iluminación son algunas de las preocupaciones de los vecinos de Villa Muñecas". Cuatro años más tarde, nuestro diario registró el cono de sombras que se insinuaba sobre la estación. "También pasan algunos trenes de carga que sólo dejan vibraciones en el andén vacío, mientras el encargado de la estación ondea una bandera verde. Nadie se acerca a ver el paso del convoy", apuntaba la nota. La cobertura del diario del 24 de octubre de 1998 se titulaba: "Una estación que extraña el tren" y la crónica decía: "La zona se pobló al abrigo del ya desparecido ferrocarril Central Norte. De esa época quedan nada más que unos vagones inútiles y el viejo edificio que alberga actualmente a cinco familias. Son muchas pero, aunque apretadas, se sienten seguras bajo esos techos todavía sólidos. En poco más de una docena de años, el edificio fue reducido a escombros, ante la pasividad de los responsables de su conservación. Curiosamente, la estación Muñecas figura dentro del listado de bienes integrantes del Patrimonio Cultural de la Provincia (Ley 7535, sancionada en 2005). El inmueble era una copia fiel de la estación de Las Cejas, que afortunadamente aún sigue en pie y que habría que evitar que sufra el mismo destino. El edificio abandonado podría haberse destinado a una biblioteca, de alguna entidad barrial u ONGs con fines sociales o quizás a un comedor o a un CAPS. De ese modo, se hubiera editado el saqueo y el exterminio. La ex estación El Provincial parece seguir ese triste camino porque cuestiones burocráticas y jurisdiccionales sirven de argumento a las autoridades para no hacer nada y dejar que el patrimonio sucumba inexorablemente y con él un pedazo de nuestro pasado. Esta actitud de indiferencia se sustenta posiblemente en el desconocimiento de la historia de tucumana y en la falta de amor por esta tierra, no sólo de la clase dirigente, sino también de la sociedad que tampoco hace nada para evitar estos estragos a nuestra identidad.

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