jueves, 6 de octubre de 2011

Excarcelaron a Sobrero

El juez admitió que cometió errores y habló de una mala investigación policial; el fiscal pidió medidas para revisar ese procedimiento. El sindicalista ferroviario Rubén Sobrero fue liberado anoche en el contexto de la causa en que se lo acusa de ser el organizador de la quema de trenes ocurrida el 2 de mayo pasado en la estación Ciudadela del Ferrocarril Sarmiento. Sin embargo, la Justicia aún sospecha que su agrupación gremial organizó el incendio para extorsionar a la empresa TBA. Además de Sobrero, recuperaron la libertad su ex colaborador Leonardo Portorreal y dos detenidos más que están acusados de participar de los desmanes. La decisión la tomó el juez federal de San Martín Juan Manuel Yalj, que había ordenado los arrestos sobre la base de dudosas pruebas, que están ahora bajo sospecha. La falta de evidencias contra los acusados fue reconocida por el juez, que asumió sus responsabilidades. "Preferiría hacer las cosas mejor. No quiero descartar mis responsabilidades. Los investigadores actúan, en definitiva, a las órdenes del juzgado y yo asumo que es el juzgado el que las debe responder. Mi error pudo haber sido no haberlos visto", admitió Yalj. El fiscal Jorge Sica analizó la situación de Sobrero y Portorreal y dictaminó que debían recuperar la libertad. Se basó en "lo endeble" de las pruebas en su contra y en que no encontró razones para entender que van a obstruir la investigación o eludir los llamados del juez. El fiscal presentó un escrito en el que pide investigar si la policía "armó" las pruebas. En un primer momento habían sido detenidos Alan Skrobacki y Víctor Martínez. Skrobacki, un indigente, fue arrestado con un aerosol y un encendedor. Lo complican las filmaciones donde se lo ve prendiendo fuego. Ambos fueron procesados con prisión preventiva. Pero tres policías federales, cuatro meses después de los hechos, declararon que Skrobacki, cuando fue detenido, les había confesado que un tal "Leo" les había ofrecido prender fuego los trenes a cambio de dinero. Y que le dio la nafta. Les dijo a los policías que tras el incendio debía encontrarse con Leo para cobrar una segunda cuota del dinero prometido. Pero los policías no declararon nada de esto ante la Justicia en aquel momento y tampoco fueron a detener a Leo. Hace 15 días, Skrobacki pidió declarar "espontáneamente" para confesar su participación en el episodio. Para investigar cómo se armó esta versión policial, el fiscal pidió cruzar llamadas telefónicas y ampliarle la declaración a Skrobacki. El juez Yalj, que ordenó los arrestos el viernes y ayer las libertades, admitió que había cambiado de opinión y criticó las tareas de inteligencia de la Policía Federal, las que -dijo- llevaron a la detención del gremialista. La semana pasada, cuando Sobrero fue detenido, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, había hablado de la contundencia de las pruebas. El juez consideró que no existe riesgo de que Sobrero se fugue ni entorpezca la investigación y lo liberó bajo caución juratoria, pero al mismo tiempo le prohibió salir del país y ausentarse del domicilio por más de 48 horas y le impuso la obligación de presentarse una vez por mes en el juzgado. Las mismas condiciones dispuso para liberar a Portorreal, acusado de organizar la quema con Sobrero, y a Rodrigo Peláez y Angel Hernán Akson. Estos dos últimos están acusados de iniciar el fuego. Seguirán detenidos los hermanos Fernando y Guillermo Díaz, barrabravas de All Boys, porque consideró que en libertad podrían fugarse, ya que no tienen domicilio, pues viven en la calle. Además, tienen antecedentes por haber estado en rebeldía cuando se los convocó en otros procesos judiciales. El juez admitió que las tareas de inteligencia de la Federal "no fueron del todo felices". Reveló que Akson estaba identificado en videos y por una llamada al 911, por lo que fue detenido, pero hubo otro error en la investigación, porque los policías metieron preso a su hermano y no al acusado. A pesar de estos errores, el magistrado señaló que sigue pensando que la quema de trenes fue "un apriete salvaje del sindicalismo de Sobrero". Dijo: "Lo tenemos bastante probado y seguimos avanzando en esta línea". Indicó que está probado que se cambió un cable de alta tensión por otro de media para parar un tren y que nuevos videos comprometen a otros acusados. El magistrado ordenó 50 medidas de pruebas para avanzar en la causa, entre ellas una rueda de reconocimiento con Skrobacki, peritajes e incorporación de nuevos elementos. El juez quiere saber si Skrobacki es capaz de reconocer a Portorreal como el tal Leo. Ahora hay 10 días para resolver si Sobrero y el resto de los acusados son procesados o no..

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